lunes, junio 26, 2006

PRESENTACIÓN

Por séptimo año consecutivo celebramos el Festival de los Prodigios. Tocó nuevamente a Huajuapan de León ser la sede de este festival y fueron 50 los conferencistas que, abordando polémicos temas de actualidad, debatieron sus ideas con un público que se vio obligado a revisar la relación que llevan con sus hijos y sobretodo a comprobar que los niños tienen opiniones que deben tomarse en cuenta.

Al igual que en los años anteriores, el público llenó los lugares de las conferencias. En principio tal vez la gente se movió por la curiosidad de oír lo que pudieran decir los pequeños conferencistas, pero pronto los adultos se dieron cuenta que efectivamente se trataba de una maravillosa visión del mundo en la palabra de los niños.

Los expositores, que fueron niños y niñas entre los siete y diez años de edad, trabajaron en torno a seis temas que de una u otra manera afectan su desarrollo. Y aunque se sabe que la creatividad de los infantes se manifiesta con gran espontaneidad, fue sorprendente el conocimiento y la opinión crítica que los niños tienen acerca de su entorno familiar, la educación que reciben, la influencia de la televisión, las sorpresas que les da la Internet, la necesidad de preservar el idioma mixteco e incluso su acertada percepción del trabajo y la figura del Presidente de la República.

Los temas abordados durante el VII Festival de los Prodigios fueron: “No quiero ser un niño de telenovela”, “Recetas para hacer desesperar a mamá”, “Orejas de burro para mi maestro”, “¿Qué hago con el idioma de mis abuelos?”, “Tengo una novia en Internet” y “Un presidente que juega a los caballitos”.


Fue un ciclo de mesas redondas que duró toda la semana. Cada mesa hubiera sido bastante interesante con la ponencia que por escrito presentó cada conferencista, pero sin duda todas las sesiones de preguntas y respuestas fueron verdaderos debates a fondo donde los adultos cuestionaban y los niños defendían sus puntos de vista. No siempre los padres de familia, los profesores y demás adultos presentes estuvieron de acuerdo con los planteamientos de los menores, pero la oportunidad no fue desaprovechada por los niños conferencistas para explicar los motivos que mueven su conducta y lo que les gusta y les disgusta en su relación con los adultos.


Al final quedó claro que el Festival de los Prodigios es un espacio para que niños y niñas se comprueben que sus opiniones son importantes, que pueden y deben expresar lo que sienten con toda libertad y que tienen un amplio conocimiento del mundo que les tocó vivir.

El VI Festival de los Prodigios significó la consolidación de este proyecto. No sólo porque la población ya lo conoce y lo valora, sino porque también las instituciones asumieron ya una actitud de respeto y reconocimiento. Fue muy gratificante para todos los niños participantes ver y sentir la respuesta de la directiva del Club de Leones de Huajuapan, del Patronato de Museo Regional, de las autoridades del DIF Municipal, de quienes están al frente de la Casa de la Cultura y de los directivos de la Escuela Preparatoria 3. En todas estas instituciones, los niños conferencistas fueron recibidos por los directivos y además de expresarles alentadores discursos de bienvenida les fueron extendidos los reconocimientos que comprueban su importante participación en este festival.

Al Festival de los Prodigios se le conoce también como Lulindí. Esta es una palabra mixteca que significa “pequeñas luces”, y precisamente este festival pretende iluminar el futuro de la mixteca a través de sus pequeñas luces, es decir a través de sus niños.